viernes, 1 de enero de 2010

Si tan sólo pudiera...


Si tan sólo pudiera…

Hoy busco, y encuentro tu mirada risueña mientras escuchamos cantar al arte colmando nuestros oídos de letras, posiblemente más significativas para mí, y te observo sin poder evitarlo.
Entonces, en un ligero instante de esa noche, percibo el llanto asomando ligeramente en tus ojos, y se rompe mi alma al contemplar esa imagen, un beso en mi mejilla, un móvil que suena, y en unas milésimas de segundo tu expresión que cambia por completo, dibujando tus labios una amplia sonrisa cargada de…cargada…de…amor…
Si tan sólo pudiera…
Decirte que no he parado de mirarte durante toda esta noche, como siempre, desde la oscuridad, que odio no haber podido estar a tu lado cada día, desde los doce que marcaron mi comienzo…que aunque te quiera, no me duele que te hayas enamorado, porque noto tu ilusión y tu felicidad al estar con él, y eso me basta.
Hoy pienso, y recuerdo a mis manos que tiempo atrás las apretaste con fuerza, trasmitiéndome tu cariño. Hoy no agradeces mis gestos, pero yo agradezco la fortuna de ser testigo directo de los tuyos. Hoy quiero hablarte sin mesura, provocar que vuelen versos siempre libres de sensatez, porque el amor no es sensato. Y yo te adoro. Y eso me basta.
Si tan sólo pudiera…
Confiarte mis secretos, relatarte como en una historia novelística cada sentimiento de adicción hacia ti que sentí en mil noches de añoranza, narrarte en 940 páginas un te quiero tras otro, y escribirte poesía que refleje con cada palabra tu sublime belleza de mujer inalcanzable…si tan sólo pudiera…
Miradas que con sutil descaro se mueven a mi izquierda, y una de ellas que encuentra tus ojos observándome, sonrío con añorante amor, sonríes por amistoso cariño, un suspiro camuflado y una única frase en mi cabeza: si tan sólo pudiera…
Y más tarde una precipitada despedida, y yo, ¿qué digo? … yo digo que si tan sólo pudiera decirte, sabrías que sólo puedo decir que te adoro…