sábado, 6 de junio de 2015

Miedo al miedo

Cámbiame los miedos por temores, 
que de errores ya sé demasiado
que me pisa el pasado sin querer
que no sé saber si quiero.

Cámbiame, que me han cambiado
si no te he robado a estas alturas
una lágrima o un beso
por eso que llaman vértigo
por si es contigo
miedo al miedo

jueves, 17 de julio de 2014

Seguíamos, sin avanzar. Seguía dando el todo por nada más sin verte, que no hacía falta, sólo una ausencia, sola y sin prisa. Ya sabes qué pesa y no pasa. Nada de un beso. Te doy el resto sin sumar pluses en tu blusa, y me das la espalda. O el miedo me aparta la cara para golpearme el alma con el corazón en un puño. Todo vale si no hay precio impuesto. Que el impuesto que yo pago es el tiempo, y me va robando. Y te va probando. Y no te aprueba, sólo para que huyas a oir aullar a la luna, que ella si brilla si yo me apago.

lunes, 30 de junio de 2014

Dichos

... Eres el tema de cada loco 
y las cuarenta que se han cantado
El mal que por bien no va a venir
pero el bien, porque menos es nada.
Eres la misma moneda con la que no pagan los justos
como el vaso de agua que no ahoga, pero aprieta.

Eres la soga al cuello, el “entre” de la espada sin pared
la décima vara de tus camisas de once
-retos-

Eres la que dice
que no vengan con refranes

pero es que de los dichos 
nadie nos dijo nada.

martes, 27 de mayo de 2014

Llamarlo equis

Me encanta el silencio.

La clase de sus silencios, y verla a mi lado. Ella, y el silencio ladeando las esquinas de la calle.

Me encanta la forma en la que va balanceando al viento con uno de esos "besos para no pensar", cómo esconde sus movimientos detrás de la sonrisa, y que los descubra su mirada.

Que entonces consiga un control incontrolable, que no nos dé miedo dominar al amor y llamarlo equis.

No quiero paz si ya tengo su bandera:
La guerra no es tanta guerra entre sábanas blancas.

Pensamientos IV

Si quieres puedo desconocerte a estas alturas del cuento
sin princesas.
Si quieres, a partir de ahora,
dejo de llamarte amor
y te llamo.

Pensamientos III

Cámbiame, que me han cambiado
si no te he robado a estas alturas
una lágrima o un beso
por eso que llaman vértigo
por si es contigo

miedo al miedo.

martes, 13 de mayo de 2014

La noticia

Entonces lo confundimos con suerte,
"la naturaleza es sabia"
luego supe que, lo natural, iba a hacer daño;

Todo dolió la pena.

-13/05/13-

viernes, 2 de mayo de 2014

A los comienzos

Aludo a eludirte si no puedo besarte al lado derecho del lento que bailan las horas inacabadas. Aludo a tu boca cuando es del silencio, cuando tus manos dicen que me quede y dudo.

Y al mundo mudo que nos observa. Al nudo de dos lazos y a los trazos que no dibujas. A que cojas al frío por preso, por el peso de las sorpresas. A quien te besa.

Y al tiempo que acaba con nosotras, a ras del cielo. A tu pelo enredándose en el viento. A que el lento sea rápido, y a que el rápido sea eterno.

A los comienzos.

Que gane

Te has quedado en el medio de lo arriesgado y lo casual, como ese miércoles que trae la cara de un sábado. Retándome.
Como si desde tu primer segundo se tuviese que descontar mi tiempo.

Te has quedado
jugando con las miradas. Con esas en las que pareces asegurarme, medio sonriendo, que tú nunca has sabido perder
... y que sólo tengo que entenderlo.

“Pues que gane. La mejor.”

miércoles, 26 de febrero de 2014

Mejor

Te he parado los relojes
para que cuando mires de reojo
el tiempo no tenga queja.

Dicen del tiempo que hoy viene con niebla
a tapar las señales para que no sepa conducir.
Te.
Digo, que las vías, si van por donde miras, no necesitan más luz. ¿No?

De luces a cruces
y de bruces
los rezos del inicio del viaje.
Los restos de pecados
que a dos miedos
han acabado en el medio de la cama.
¿Y cuál es tu lado?

Que te lías si me enredo, dices
y enredar palabras es mi pasatiempo.
Digo, que yo no sé decir- más que esto
que estorba en la cabeza
y cuentan los dedos.
Hasta diez.
Y después de contar con números
te cuentan escribiendo.

Y te creen si te crean
en invenciones de papel
de penas que sonríen dependiendo
de tu sonrisa.

Hay más, y qué menos
si odiamos al amor y amamos al miedo
esperando que después de llamarnos
nos lance un preso
-al que besar-.

Un preso de los que laten
leí por ahí que algunos lo hacen...

Yo los veo de vez en cuando
cantas

en cuantos cuentos me hayan contado
y al final no me he leído.

Pero así es mejor.

Mejor reír.
Te.
Y gracias (...)

martes, 11 de febrero de 2014

Nueve llantos

Sigo preguntándole al calendario
cuándo dejará de tomarse la libertad
de contar historias
en lugar de números.

 Que se le quedaron atascados, dice
dieciséis días de mayo
cuando le conté el cuento de marzo
y sus veintiséis mentiras.

 Diciembre prometía algo más que frío
antes de matarme por dentro
pero hace ya nueve llantos
que ni oigo ni cuento nada.

Pensamientos II

Hoy me han puesto un café con tu nombre
y no sé cuál de las dos cosas 
provoca más insomnios.

Pensamientos

Hablar
sin prisa, sin interrupciones.
Hablar con calma, 
y aunque duela
simplemente hablar.

lunes, 13 de enero de 2014

Ahora

Ahora que sabes
que ya no te quiero
Ahora que -por lo que sea-
sabes que te necesito
como si no hubiesen pasado cuatro años
desde la última vez, desde el último concierto
Ahora, porque nunca fallas, dices que nos veamos.

Y yo ahora sólo veo que no podría haberlo evitado
que entiendo cada por qué
porque sigues siendo maravillosa.

Que has vuelto a cogerme las manos, como siempre hacías.
Aunque ahora llevas una alianza
también has traído la misma sonrisa

Y a un niño que tiene tu boca
y con ella te llama "mamá"
y es igual de bonito, claro
que también tenga tus ojos
aunque no sean verdes.

Hoy me has recordado lo bueno de los recuerdos.
Y lo bueno es que eres preciosa cuando estás feliz.
Que si sonreímos hoy, ya me has ayudado.
Y tú nunca fallas, aunque todo cambie

Y ahora te veo
y justo ahora que no te quiero
ahora es cuando te quiero más.

(Por cada uno de estos seis años. Por todo. Gracias.)

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Noviembre II

No llovía tanto desde hacía tres jueves
o desde que dejé de preocuparme por saber contar los días.

Ni siquiera sé si está lloviendo. Qué importa. Dónde estamos desde entonces. Dónde estás, si no en Noviembre.

Noviembre.
Restando palabras a frases -de por sí- incompletas

de por no querer verte

cómo te veo sin poder mirarte.

Es Noviembre igual que siempre
Noviembre como nunca
refugiándose aún en tus ojos
doliendo en los míos

el vacío.

Porque lloras. Por qué.

Y tú sin preguntas
y yo con millones.
Y tú sin respuestas
y yo, también.

Pero qué miedo nos da el miedo
cuando lo trae otra sonrisa
y cómo preocupa la espera
cuando no es lo que esperabas

Cuánto quieres
-poco
-vale

y al final no damos nada por válido
y, al final, no damos nada (...)

Sólo Noviembre suma victorias
cuando llueve o son tus lágrimas

Sólo un mes que cuenta años
sólo años que cuentan nada.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Imposibles

Y de repente eché de menos aquella "vida muerta".
Quería regresar a ese abril en el que yo me moría
y tú me matabas.
Quería recordar cómo era verte con los ojos del imposible.
Engancharme a tu voz, necesitar tu luz
llorar el miedo por lo que me pasaba contigo. Y sin ti.

Y quería volver a llevarte rosas rojas, por si no lo hacía él.
Y perseguirte por tantas ciudades, llamarte "mi vida" en cada uno de mis silencios.
Remover esos cuatro años, y que me cantases que no contaron mucho
como si todo fuese un tango.

Porque el amor después de eso se convirtió en algo químico.
El amor llama al hipotálamo
y mi hipotálamo está muerto.

Así que me he quedado, desde entonces, 
sólo el recuerdo de lo que es sentir
y el odio a lo que soy, por lo que es ella
-y porque fue mi mundo-

Con una "N" como inicial 
con mil intentos en los que "ellas" quedaron en suspenso
y con una rosa negra tatuada en el vientre.

Y nada cambia. 

-Sigo viviendo a la sombra 
con la maldición de los imposibles.-

martes, 22 de octubre de 2013

Apuesta

Aposté mi todo al rojo de su vestido,
a ver si así conseguía que se quedase

Y después de contar las vueltas 
entre idas y venidas
perdí mi nada al color negro,
la suerte al siete, sus zapatos al treinta y nueve...

Pero la última cayó en esperanza.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Empieza

En el color negro de tus ojos marrones, en tu lastre de cuatro letras que enreda el tiempo 
has engañado de verdad al olvido con un ajuste de cuentas des calibrado. 
Tú que mientes a los espejos, y sonríes a desconocidos cercanos, te has mordido los besos. 
Y has llorado el odio, has odiado al miedo
por darle la cara a la espalda, tu espalda que roza el suelo. 

-Deshaz, haz, accede, actúa, arranca, rompe. Empieza-.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Calculando

He estado calculando la distancia
entre tus más y mis menos
cuando estás sentada a mi derecha
quedando yo a tu izquierda
y te cuento con cara de cero 
apenas sin contar nada. 
Hoy.Hoy=X

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cualquiera

Hoy no es más que uno de esos lunes cualquiera
En los que cualquiera te dice nada.
Has guardado los bostezos en la cafetera
Y yo
que nunca me quedo a desayunar
me he ido 
"con la que está cayendo"

Para seguir robando versos a poetas
a ver si alguno sabe decirte eso que tanto quieres oír
que yo he dejado de saber escribirte
y los folios vacíos me agobian.

lunes, 19 de agosto de 2013

Tópicos

Que se me ha metido algo en el ojo.
-Ya. Durante todo el día...

(Y durante toda la noche si quieres...)

Cuando no se me da bien mentirte, mi verdad es un tópico

Porque al decirlo tú me miras con un
¿... En serio? 
yo te miro con "la primera tontería que se me ha pasado por la cabeza"
Y tras ese silencio, nos reímos de la complicidad...
me abrazas sonriendo
y dices que mira que soy tonta...

Y completamente. Pero te quiero.

...
Y resulta que es que se me ha metido algo en el ojo... o alguien en la cabeza
Y viene con una maleta enorme de imposibles
Y yo aquí sin espacio

Sin tópicos para explicártelo

o sin ganas de reconocértelo.

Pero qué mal se me da hoy mentirte

Y no sé por qué... pero seguro que será la luna.

lunes, 22 de julio de 2013

Regreso al infierno

Tráeme la escalera de regreso al infierno:

A golpe por peldaño, los daños nos dejarán mudos.

Que son doscientos los que quisieron hablar en cien momentos

Y yo te hablo y te miento,

y me condeno a las cadenas

de seis años de libertad entre cuatro paredes

asestando caricias y apuñalando recuerdos

para no hacernos mala sangre.

Hoy sólo lamento que el silencio hablase demasiado, que se quedase parado viendo la velocidad de tus pasos…

Nos volvimos locos sacando aire de los pozos, con los pulmones pidiéndolo a susurros.

Y clavé dos cruces en el camino, dos cruces para esta religión sin fe.

Y esa fue la clave.



Con el tiempo acabé por reírme de tu risa a falta de la mía…

Y cometí el error de aceptar la partida de las lágrimas.

En sus cartas, una escalera

En mis manos, otra derrota

El trato era volver a su infierno

Y el juego, morir respirando.

viernes, 12 de julio de 2013

Déjame que calle

No voy a oírte
Si sigues yéndote de tiempo en mis manos
Si mis oídos te ven y mis ojos te esquivan
No voy a oírte

Si la verdad me hizo una promesa
y me ha engañado
Y si ahora no sé cómo tengo que quererte
Ni si soy libre de quererte
Si es que para mí está prohibido.

Pero déjame que calle.
Deja que las calles no lleven a Roma
que quiero seguir perdida, que no quiero perderte
que perdida sí quiero oírte...
Déjame que calle.

lunes, 3 de junio de 2013

Luna

Amanece
Florece en tu pelo el anhelo
de mis manos.
Suena el sueño
Duermes y el silencio quiere admirarte.

Media sonrisa
como una musa
abandona el cielo.
Y mis miedos
que son dos
posados en tu espalda.

Ahora sólo veo a un ángel
Elevarse.
Y más te adoro
si lloro la suerte de verte,
mi vida,
durmiendo sueños.

Siete letras más que belleza
Una belleza sólo tuya
Incontable
Y el cuento de las caricias
(… que quieren ser beso
y callan.)

Llamo al amor
pero lo tengo prohibido.

(Desde hoy)

Llamaré luna a la luz
que no me deja rozar tu espalda.

martes, 21 de mayo de 2013

Duele recordar tu otra cara

Te conocí exactamente la noche en la que me dejaste ver la cara que nunca muestras. Esa cara que te convierte en otra persona, esa cara que podría enamorar en un minuto... Esa cara que -supongo- por eso ocultas. 
 Pero a día de hoy, en esta distancia, me miento. Quiero mentirme, ocultar que ya no te conozco, ocultarlo... porque ya no me dejas conocerte.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Pierdo


Perder el verbo, vacío de palabras
Sonando sin sonar, pero sueña salvarse.
Dúo de un presente ilusionado por una decepción
Dúo, dos que no son más que uno y un “No”.
Cuéntame las cuentas hasta doce, que yo no sé contar.
Qué te cuento, te cuento prosas.
Cuando canta el beso del espejo sin silueta
Y escribo en blanco
En un banco del parque donde las farolas se apagan
Donde las rosas siguen siendo negras.

Destellos que dibujan despacio los espacios de la compañía
Tomando una copa al compás de un reloj perdido en el tiempo.

Una vez más me grita el calendario, porque a diario calienta más el frío, más que el grito la caricia.
Perder el verbo, perder las palabras
Porque esta pluma sólo sabe escribir si es a la espalda.

Voy hacia la puerta cerrada, con la llave en un bolsillo roto.
Rodeando el cuadrado, circulando por sentido contrario.
Sin sentido.

Pierdo el verbo, vacía de palabras a ras de ese suelo que sueles pisar con los ojos.
Lo pierdo todo.
sin nada que perder y sigo perdiendo
pero si pierdo lo que no he encontrado y si pierdo lo que busco, perdona.

Perdona si pierdo el verbo en este vacío de palabras llenas de silencio. Perdona si te pierdo.

domingo, 31 de marzo de 2013

Diario

(…)

He estado recogiendo los restos de cristales rotos, mientras revivía los golpes que tiñen de morado la piel y de negro la confianza… y después de todo no sé qué me duele más.

He convertido mi cabeza en manicomio por recomendación de un loco. Sé de él que hace años tuvo que detenerse, y que desde entonces lleva el reloj adelantado. 
Ahora pasa las noches golpeando las paredes con sus latidos, porque sólo le importa que la sangre siga fluyendo.

Y al menos le importa algo. 

viernes, 30 de noviembre de 2012

Noviembre

No hay luz en noviembre. Llueve en dos espejos, duele en la mirada.

Llueve en tus ojos, duele en los míos.


Dile a la presión que se aparte, que quiero ahogarme sola. Dile, y que calle después de un año.

Cuéntale por qué lloro, que mañana me sonría. Y que no pase nada, porque nada es tan importante.


Estás aquí, y estás lejos. Vuelves cuando tu ánimo te acerca, te pierdo el rastro cuando lo has dicho todo.

Yo no hablo. Más falta me hace el no necesitar nada… nada de nadie, que nadie dé nada. Pasar página, escribir ese número del que no quiero acordarme. Sé que empezaba por cero…

Pero callas ahora. Ahora, cuando el silencio me destroza.

Silencio.

Permanece el ruido en la cabeza, pero cada vez hay más silencio.

Silencio necesario. Que es silencio, y me molesta; silencio que permite que los gritos vengan de arriba. Vienen de arriba, por eso molesta…

Y te digo que si te oigo me matas, y que si no te oigo me lo invento. Así vuelvo a la locura que me esperó al cruzar esa puerta. Puerta del comienzo. La misma que, al fin y al cabo, puso el fin y dejó cabos sueltos.

Di tantas vueltas… para acabar entendiendo que no entendí nada. Que seguramente no lo entenderé nunca.

Ahora sé que todo acaba antes de tiempo cuando el tiempo juega en contra. Desde ese punto, no hay marcha atrás para las despedidas.

Pero lo demás continúa. Lloran las miradas reflejadas en los espejos. Y la explicación… ni quien explica la tiene.

Vueltas. Más vueltas. Dejé llover durante años, y ahora me asfixia el presente.

Presente que ya es pasado, presente que me pisa.

¿Por qué llueve en dos espejos, por qué duele en la mirada?

... Llueve, duele. Se rompen los espejos... Y lo sé.

Esta noche sólo respiro porque en noviembre no amanece.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Nada



Tú, y tu distancia. Tú que te esfumas en cada parpadeo, alejando las palabras y dejándome el recuerdo de una boca que ya apenas me dice nada. Tú y tus dudas buscando descanso sobre mi seguridad. Tus acciones, mis porqués, mi consumo y nuestro tiempo. Es nuestro. O así era al menos.

Ahora tengo un calendario enfadado conmigo. Latiendo sin compás, escupiendo los meses que, otra vez, no he sabido contarle. Tengo un reloj que descuenta, y un silencio que lo demuestra todo. La tengo a ella, que me ve mientras yo no puedo mirarla. Tengo a la incertidumbre hablando con la lógica, a un ayer discutiendo con un mañana, y un “a pesar de todo” que cada vez pesa más.

Pero al final, como buen final que es, no tengo nada.

Porque estoy cansada de bienes, de males, de perdones; cansada de reacciones que no merezco, por eso no quiero que sea lo mejor. Sólo quiero que no sea...

Hasta ahora he callado para escribir folios cargados de historias vacías. En este momento vacilo al ordenar los recuerdos, pero prometo que es verdad que las promesas no se cumplen en su totalidad. Guardo la acción, cambiaré el modo y por consiguiente también la persona.



Es que hoy el perdón llega tarde a su cita, y las disculpas han dejado un mensaje antes de irse.

Notan que tan sólo unas notas más hubiesen podido continuar el relato, pero no dejaste más que esto: ( )

Y los paréntesis sin previa justificación acaban por explotar, ahí tenemos un motivo. Si juntamos tu “vuelta a empezar” y mi “una vez más” el resultado es “por otro camino”.

Pero ese no fue el trato.

...



Así que voy a evitarlo. Que la dignidad se esconda para dejar libre una opción.

Voy a darte argumentos que no te pesen. También pensamientos que no vuelen. Voy a coger ese aire que nos está faltando a las dos, pero esta vez es tuyo...

Yo me quedo la compañía de las estabilidades desestabilizadas.

Me quedo sabiendo que, pase lo que pase, no pasará más que esa nada por un todo.

sábado, 11 de agosto de 2012

Regreso



El regreso no tiene vuelta atrás. Doy una vuelta, y pienso en regresar al mismo punto. Ese lugar, el lugar de los puntos suspensivos, de los puntos que hablan sin hablar. Los que suspenden el olvido. Los que olvidan las palabras.


Vuelan los daños, llueven los recuerdos. La dificultad parecía sencilla sin ese demonio y sus susurros.

Fuisteis sólo viento, creando tempestades que ahogaron al mar. Al margen de todo aquello, hoy me queda lo que fue y lo que no será. Y lo que podría haber sido, que es lo que debería ser en algún instante.

Hoy vi la eternidad acabada, pero qué me importa si la importancia desapareció. Duele, y sigue doliendo. El año que se esfuma es el daño que consume.

Más y más vueltas. Seguimos navegando en mareos inconclusos de sinrazón. No tuve tan siquiera un motivo así que pregunté, y de tanto preguntar le perdí el sentido a los porqués.

Se repiten, cada vez con más claridad, las mismas noches en las que los días parecen nuevos. Creí poder empezar a partir de un final, pero el trasfondo no cambia. Con los pies más en el suelo que nunca, no puedo levantar cabeza.

Entendí y comprobé, y supe que inevitablemente cada golpe deja su huella. Y de tantas huellas que veo, no encuentro el camino de vuelta… ni creo que quiera hacerlo.

Pero, de la misma forma, hay algo que sí he encontrado. Rasgos del verbo ser, y cambios que no tienen opción de cambiar. He asumido la resignación ante ellos y he aprendido que hay palabras que no se pueden ignorar, aunque sí es posible hacer que se esquivan.

Cuando el tiempo duele es que no se está contando en números. Oír al rechazo reírse a medida que se mueven los relojes es una buena defensa para el futuro.

La risa es lo que me queda, encierre realidades o aparente mentiras. Mientras los ojos se oculten, la normalidad se da por buena. Y todo sigue su curso, porque así ha funcionado siempre.

Pero en primera persona es difícil ver avances… por eso, para acabar esta historia, volvería al pasado y te pediría que pensases una frase distinta, una que pudiese olvidar…

Sin embargo no hay calma, no hay vuelta, y no hay olvido para todo aquello. Y es verdad… yo sigo sin poder entenderlo.

Sé que todo esto volverá tarde o temprano, en una de esas noches malditas y en cada uno de sus susurros. Entonces prepararé la misma tinta y escribiré un capítulo distinto sin vuelta de hoja.

No sé por cuánto tiempo permanecerá el daño… pero si tengo que regresar, sólo quiero un regreso a la intención que tuve de revivir, no importan las caídas de después. Y si pudiera pedir algo más adelantándome a los acontecimientos… pediría que, esta vez, el suelo quedase más alto.

jueves, 12 de julio de 2012

Tiempo

Recuerdos de un tiempo en el que sonaba un nombre.
Recuerdos de un tiempo, y de una voz.
Si escucho, detengo. Si pienso, no entiendo. Y, ¿para qué entenderlo? Perdí el sentido al mirarte de frente.

Hubo un tiempo en el que una sonrisa era un regalo que no se compraba, en el que las miradas no servían de espejo al dolor. En el espejo del ahora, duele mirarte y ver lo que te cuesta sonreir.

Es sabido que la vida se desvive por cortarte las alas y, al tocar el cielo, éste te empuja al vacío.
Me aconsejaron que tuviese los pies en el suelo, vigilando las espaldas. Porque la confianza no se fía, pero yo confío en ti. Y nunca dije que estaría siempre, pero siempre recordé que nunca dejarías de estar aquí.
Sólo se conoce el valor del silencio cuando las palabras no valen nada. Hoy lo que duele es lo que no se ha dicho. Mañana seguiré pensando igual. Todo avanza; nada cambia.

Sí. Puede que sí.

Cambia tu ánimo. Y con cada una de las lágrimas que veo, me llevo un golpe. Me golpea tu tristeza, como si me fuesen arrancando parte del alma... y, entonces... entonces sólo sé hablar de puntos suspensivos.

Y escribo. Escribo mezclando temas, personas, sentimientos, circunstancias. Y ahí te dejo un guiño, porque sé que tú sí sabrás verlo, y más puntos...

No hay sentidos que buscar entre las letras... Hay temas que en tu cabeza no tienen sentido. Así que sólo me dejo aconsejar por la estupidez y, así, después de esta primera parada, no volverme a detener.

Pero, en este camino, yo no hablo de nadie... es la importancia la que puede reflejar nombres.

Y me encierro. Y pasa que aquí, entre estas cuatro paredes, todo sonaba bien.
Pero primero vinieron las cuerdas desafinadas para provocar el cambio, y luego el viento quiso silenciarlo. Ahora, entre el bien o el mal... directamente no suena nada.

Puede que así tengamos más calma. Puede que pensar desde el respeto sea mejor que hablar con tolerancia. Puede ser que no pueda cambiar la preocupación de los últimos meses, pero eso es algo que me guardo para quedarme tranquila cuando te dejemos tranquila.
Y es que hubo un tiempo en el que una sonrisa era un regalo que no se compraba, en el que las miradas no servían de espejo al dolor... Sé feliz al mirarte en el espejo del ahora, porque, si te soy sincera, eso es todo lo que me importa.

domingo, 24 de junio de 2012

Nada más


Tengo mil formas de seguir adelante, cientos de palabras que ir escribiendo cada día… y sólo una razón por la que perder la razón.
Tengo mucho, y a la vez puede que no tenga nada... Nada, salvo la certeza de que no habrá quien me hunda si se trata de ti.
Sé que el tiempo comprende entre cada segundo la incertidumbre del ahora. Sé que no me importa la espera mientras me vayas regalando sonrisas… Yo sé que no hay nada seguro pero… te aseguro que, a pesar de todo, todo irá sin pesares.
Sabiendo que suelo transformar las palabras en gestos, puede que esta sea mi mejor forma de hablarte.
Así te diré que no me importa nada más, nada, porque nada me importa más que tú.
Sólo quiero hacerte ver que no hay más que mirar, que puede que las palabras mudas sean las que más se escuchen.
Y que las dudas no te pregunten si puede ser o no; que yo quiero ofrecerte respuestas antes de que las puedas necesitar.
Porque mantengo mis palabras, y cada vez con mayor empeño. Voy a estar contigo, a tu lado. Como tú decidas, como tú quieras que esté.
Lo sé. Lo sé desde aquel ayer que jugó al “puede ser”. Hoy conservo las miradas que le lancé a la esperanza, y procuro cuidarlas siempre; Que así el día de mañana no les alcance el olvido.
Porque el destino me está observando en este momento, y reconozco esos ojos. Son los del ángel que quiso acercarse a mí una noche de Febrero.
“déjame conocerte, déjame creer, déjame cambiar”… y me diste vida.
Después de eso no puedo más que prometerte que todo irá bien, porque contigo no existe otra forma.
Pase lo que pase, estés como estés, sea como sea, te quiero. Y, sabiendo eso… no me importa nada más.

martes, 24 de abril de 2012

Saber

No hace falta más que mirar desde fuera.
No era el momento para avanzar. Al menos, no así. No es justo para ninguna.
Niegas, rechazas, ocultas… sin saber que sé más de lo que demuestro.
Si no demuestro es porque la decisión es únicamente tuya. Sólo necesito la sinceridad de los pensamientos para así, más tarde y definitivamente, perderme lejos o tal vez encontrarte.
¿Qué hallas ante las preguntas que no son respondidas verbalmente?
Dame la oportunidad de conocer, quizá entonces pueda volver a dar la oportunidad de que me conozcan. Las palabras sólo sirven si se van demostrando con hechos, pero echo de menos inventarme las palabras que lo demuestran todo.
Lo que sé es que no quiero tiempo para perderlo. Y que si lo pierdo, sea por querer.
No quiero ni trampas, ni juegos, ni partidas de dos ni de cinco, porque este juego lo acabo rápido: en cuanto averigüe por ti o por mí cuáles son las normas.
No sé quién eres, no sé lo que quieres. Me pierdo entre saber y querer. Ahora soy yo, pero no sé quién soy.
¿Y para ti?
La respuesta es que no hay respuesta; las preguntas se hacen solas…
Y al final, entre tanto que callamos, sólo hay respuesta para las preguntas que no se hacen.

Tengo algo claro. Si el pasado nos pisa, es que no es tan pasado… Y no importa… Siempre y cuando podamos decidir entre lo que fue y lo que es. Puede que yo tampoco sepa lo que quiero, pero sé lo que no quiero, eso es más que suficiente. Y no sólo para mí…
Al menos, vamos a rectificar unas frases más. Aquellas frases que se dijeron antes de tiempo. Dejemos de hablar por hablar sin ver pasar el momento de dejar atrás.
Sabes dónde encontrarme en el pasado. Vuelve a buscarme en el presente que elijas pero, esta vez, asegúrate de que sea en el adecuado.

sábado, 3 de marzo de 2012

Puedo


Pudo ser que se pudiera, y no fue por el poder del daño…

Puede ser que tuviese tanto que decir, que sólo pude guardarlo en el silencio.

Puede ser, es cierto. Que tengas el cuerpo, y quiera conocer tu alma.
Que muera entre susurros de penas ocultas, susurros que de alguna forma gritan.

Por primera vez, el tiempo no te ha hecho más joven, aunque sí más vulnerable. El aire pesa toneladas sobre tus sentimientos, esos sentimientos a los que no les das descanso…

Querría. Por supuesto que querría ofrecerte la bandera blanca para esa guerra de pensamientos. Buscar el brillo que dejaste en varios caminos no merecedores de él… y devolverlo a tus ojos, que apenas puedo encontrarlos entre esas miradas perdidas.

Porque cuanto más se cruzó la distancia, más cerca estuve del desvelo por tu bienestar.

Y puede que no me olvide de que no eres sino todo lo contrario a lo que dices. Puede… que en los instantes en los que demuestras, sea en los que menos te vea. Puede que, según cómo miremos, la luz sea más castigo que regalo.

Pero quiero ver, desde este rincón, una media luna en el cielo. Sé exactamente la distancia que debo tomar para no cegarme... Sólo necesito media luna. ¿Por qué?

Porque puedo, si confías, hacer desconfiar a la oscuridad de las sombras que se equivocan. Sé que hablan. Sé que se basan en pasados y no te describen. Sé, de tu boca, que el dolor ataca por eso…
Y por eso escribo.

Escribo porque no puedo cambiar su visión, pero puedo ofrecerte la mía.

Escribo… para contar la historia de cómo lo visible puede cambiar a irreal. Porque esta es la historia de cómo se descubre la verdadera imagen de una maravilla no valorada.

sábado, 18 de febrero de 2012

Páginas


Que no hay tinta que escriba sobre papeles mojados,
que un intento desgarra el alma del escondite de la verdad.

Cuenta cada mirada, siente las letras de la realidad.
Letras que sienten realidades, realidades que las miradas no cuentan;

Ya que lo real no cuenta en el habla
mejor no hablar, sólo escribir la realidad como si fuese un cuento.

Los caminos en el tiempo son historia en páginas interminables.

Se pasan, se olvidan, se marcan, te marcan... algunas se arrancan para evitar los recuerdos, ya que tarde o temprano se borrarán también de la cabeza.

Leemos ciertas páginas después de años...
Pasamos años leyendo las mismas páginas...

Existen siete mil millones de historias sin final claro.

Las letras escriben sobre páginas en blanco. O, tal vez, posible e irremediablemente, escriben sobre negro.

sábado, 28 de enero de 2012

No soy


Fue algo. Algo de tanta importancia que casi se debería tratar como “alguien”.
Es verdad que el camino cambia de la noche al día. Al igual que los comienzos se iluminan con la esperanza, los finales se oscurecen con los golpes en el transcurso.
Con más tiempo, sigues permitiéndote recordar la luz aunque ya no irradie calor...
En cuanto a la oscuridad... la oscuridad se hace adaptable. O duele repentinamente, cada vez con mayor intensidad.

Voy a encender una vela por la confianza, y a brindar por una nueva vivencia; en la siguiente etapa, vendar mis ojos con puñales para más tarde envenenarme con la realidad.

Voy a pasar la página que acaba con la palabra convertida en experiencia.
En la nueva, lo primero que leo es “rencor”.
Por suerte o por desgracia, la historia de la bondad acaba rápido:
La bondad es la primera que recibe un disparo.
Y después otro. Y otro más. Y así hasta que, naturalmente, muere.
Pero todavía nos extrañamos...

Yo me encargo de escribir su recuerdo, aunque apenas la tuve cerca. La estupidez ocupaba mi tiempo casi por completo.

Cuanto más crees que no terminará, más rápido se acerca el final.
Algo me dio otra perspectiva y, de la misma forma, ese algo ha acabado matando lo que era.
Fui, he sido. Pero ya no soy... y, no sé.
Si el cambio provocado por el daño ha sido a peor, seguid alejándoos como hasta ahora.... porque fui. Porque he sido. Pero ya... ya no soy.

martes, 27 de diciembre de 2011

Hoy por hoy es igual a cero


Puedo seguir contando
Contar miradas, contar palabras.
Empieza la cuenta. Y si cuento llego al uno para volver en cuarenta segundos al cero.
Ahora que el frío es insoportable, compruebo que los gestos sólo sirven cuando no los necesitas. Que no hay quien escuche tu silencio porque la soledad ya se ha cansado.
Rememora treinta destinos, Calla cómo te sientes. Y mientras, sorbo a sorbo, bébete los días en los que te creíste cien mentiras.
Vive en un permanente junio, pero sin perder de vista las tormentas. Olvida que no te acuerdas, o acuérdate… de que no lo has olvidado.
Y, ¿para qué contar más?
Si cuanto más cuento, menos sumo.
Me río del absurdo y me burlo de lo ilógico
Así, si he perdido la cordura, repetídmelo dos mil veces más siete.
Prefiero no desesperar, y si el mundo no habla ya encuentro yo una frase muda.
Sin más que menos, ¿Cuál es el consejo?
Que no busques el camino, caminante. Alguien de buena fe te guiará… por el lado contrario.
Básicamente, he perdido la cuenta. No busco sentido a nada, tú tampoco lo hagas. Que si se me va la cabeza, ya volverá cuando sea. Que si no vuelve, es porque no quiso. Como todo. Como todos.
Y sigo avanzando. Ahora, ¿Qué?
Ahora se me apagan las noches en vela. Primero con una, luego con dos. Vuelve la calma. Irremediablemente, no vuelve sola.
Pero dejaré a la guerra en paz, que al amanecer se me hace tarde.
Mi conclusión… todo sirve como respuesta, aunque aparentemente no sea nada… Ya que antes del punto, he encontrado el resultado:
HOY POR HOY ES IGUAL A CERO

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Es el turno del momento



De frente un lienzo en blanco. De frente, un nuevo horizonte. En él, mil caminos en penumbra ante la incertidumbre de un supuesto.
Define una sonrisa, o define una lágrima. Y ahora responde a la lógica mientras te percatas del absurdo.
¿Qué es el bienestar del momento si no una ilusión más que se esfuma con pasmosa velocidad?
¿Cuándo puedes tomar “límite” como tu única e irrevocable determinación?
Un día nuevo es un día al fin y al cabo;
Y al cabo del tiempo, no habrá nuevos días que archivar.

La memoria es el regalo que te ofrecen las temporadas vividas. Resulta imprescindible recordar la belleza de los instantes, así como es necesario perpetuar la sombra de los daños.
Pienso en cuentas y busco sentidos hasta encontrar el que me responde. Es que, en determinados momentos, no contamos el tiempo con relojes ni calendarios.
Esta noche paro una manija por cada mes que arranco, e invierto el sentido para revivir pasados. Los buenos. Y los malos.
Es cierto, en la consciencia está la conciencia. Sé qué y sé cómo. También sé cuándo, sé por qué.
Y doy vueltas sobre una idea. Y los giros del tiempo dan vueltas…
Así, al voltear el tiempo, giramos irremediablemente…
Giramos nuestras ideas.
Giramos nuestras determinaciones.
Giramos la decisión innegable del tiempo que quería condicionar nuestra forma de sentir.
Y ahora, ¿de quién es el turno?… Ahora únicamente es el turno del momento, y él sólo vive con nuevas condiciones.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Viento


Viento. Será sólo viento.
Que arrastra las soledades de lo más profundo del alma.
Las arrastra... y las deja a la luz.

A la luz de un ayer ahora en penumbra,
a la penumbra de un hoy al que escribo un “¿por qué?”

La distancia no necesita huecos por donde colarse,
ni siquiera necesita excusas o motivos.

Aparece descarada en el momento más duro,
y permanece insensible cuando más duele sentir.



Sigue sonando el viento, es lo único que suena.
Será que quiere que me cerciore de que vivo la realidad.

Que el vacío no es pesadilla, ni el rechazo imaginación;
que en un segundo se pueden borrar las huellas que dejé durante años...
Que ése es el precio a pagar por empezar nuevas etapas.

Pero este sonido que acompaña la noche, es sonido;
y la compañía de la brisa, aunque casi roce la soledad, sigue siendo compañía.
Me quedo con mucho menos, pero menos es nada
y nada menos importante es el cambio que he vivido.

Así pues recuerdo temporadas pasadas;
me despido de relaciones condicionales.

Y entonces, cuando pase ese tiempo digno de recuerdo,
condicionaré la posible relación entre trato... y despedidas.

sábado, 16 de julio de 2011

Fuego


El fuego de sus ojos quema
Y entre sus ojos de fuego me extingo
Porque cuando ella mira, muere un alma
Y una mirada del alma mata mentes convalecientes.

Es un infierno, el abismo de tristeza
Infierno, que duerme entre llamas de una evocación que me desvela


Así recuerdo su canción de cada noche. Esto era lo que sonaba.
Siempre con las mismas frases, siempre con las mismas letras.
Así, con conocimiento pleno y sin sentido claro, vivía de continuo en su inexorable cotidianidad.

Con sus ojos mata almas, entre rasgos de delirios
Una nueva visita a su infierno, inescrutable para el resto de mortales

Y son cuatro paredes las que aman, cuatro pétalos marchitos
Que de tanto que se queman, son inmunes a las llamas

Pero existía para su persona un fuego que no quemaba
Fuego que apagaba con lágrimas de mil y un sentidos.

En segundos irreales escribía una composición tras otra, en la que repetía cada verso de forma incansable. Nunca quiso jugar a las palabras, y sin embargo las palabras jugaron con ella... No encontraba definiciones exactas al sentir infernal que se callaba.

La útima vez que escuché esta canción, ya tenía su final.
Alcancé a memorizarlo y hasta hoy permanece indeleble.

Hoy comparto su alma como parte de la historia
Historia de una vida en la que ya sólo hay cenizas.

“El fuego de sus ojos quema
Y entre sus ojos de fuego me extingo
Porque cuando ella mira, muere un alma
Y una mirada del alma mata mentes convalecientes.

Es un infierno, el abismo de tristeza
Infierno, que duerme entre llamas de una evocación que me desvela.

Texto sin futuro, sentido sin mañana. Eso es este infierno, el abismo de tristeza. "

sábado, 9 de julio de 2011

Otra Realidad


Cuando esa voz fue atacada por una afonía continua, fue cuando comencé a vivir en otra realidad.
Todo empezó con una luz, hacía años que apenas recordaba algo más que el color negro. Palabras, vinieron cargadas de un contradictorio desconcierto y bienestar. No sé si fueron algunos sonidos encantados, ciertos gestos advertidos inevitablemente o quizás un todo y un nada… pero aquello me cegó de tal forma que, a día de hoy, sigo buscando remedio a esa secuela inconsciente.
El tiempo jugó conmigo, podía intuir su burla constante. Años que pasaban e instantes que quería detener para vivir en una eternidad de locura.
El miedo surgió cuando supe que la distancia era inminente. Tú querías seguir soñando y yo sólo quería soñar contigo. Lo hiciste, y cada paso que diste alejándote trajo para mí pesadillas que más tarde se tornaron en realidad.
En mi otra realidad.
Así fue como una voz necesaria e imprescindible perdió todo color, arrancando una parte fundamental de mi sentido.
Y ahora sigo buscando. Busco esperanzas, busco dentro de cuatro paredes donde escondo los sentimientos. Intento encontrar ese “algo” distinto o ya conocido con nuevas formas de enfoque. Quiero hallar eso que perdí cuando dejé de escucharte.
Como antes, el tiempo no se detiene en ningún momento. Pero de forma contraria, ya no se burla. Ahora se compadece.
Con él comparto vacíos en un abismo diario, nocturno, continuo. En el que no soy capaz de sentir los latidos.
Busco la llave para librarme de la autoprotección absurda que me impuso algún autómata poco cuerdo residente en mi cabeza. Que alguien la entregue después de tantos años, es posible. Quizás no se haya perdido entre la profundidad de cuentas atemporales…
Actualmente, sólo me acercaré a los barrotes de mi prisión si consigo intuir luces cerca de ella… no tengo más iniciativa que llevar a cabo, ni más ambiciones de resultantes intentos fallidos llevándose por tierra algo más que la esperanza. No así.
A partir de ahora obviaré las antiguas burlas y recientes compasiones del tiempo. Sólo quiero que, con una nueva oportunidad de cambio, me devuelva lo que perdí en su momento.

jueves, 7 de julio de 2011

Sombras


Te persiguen. Día a día notas su falta de compasión. Están ahí siempre. Te observan.
Es el momento. Ahora atacan. Corre.
……………………………………………………………………................
Malditas circunstancias, malditos sentimientos provocados por la cercanía. En qué maldito instante te permitiste perder la batalla. Ya no tienes más fuerza. No puedes evitar que te arrastren al infierno…
Aparecen cuando hay ojos brillantes, acechan en la oscuridad. Sombras guiadas por el dolor, por el miedo, la rabia y desesperanza, que te apuñalan hoy como en cualquier otra ocasión. Tan sólo es una noche más.
Una noche más en la que has querido huir, en la que has vuelto a perder la estabilidad. Una noche en la que la bruma ha traído sensaciones de soledad, pensamientos de abandono, tristezas inmensas con filo de puñales.

¿Te das cuenta? Ilusamente confiabas en un cambio. Y lo ha habido: Actualmente nada ha cambiado a mejor, pero hay más cargas negativas.
Sigues llevando un peso angustioso sobre los hombros, clavándote al suelo. Sigues fingiendo, ¿para qué cambiarlo? Al menos tienes claro que lo haces por ti, al resto no le importa nada salvo ver que todo transcurre con normalidad, aunque sea mentira.
Cada día quieres gritar potenciando al cielo tu rabia. El desinterés es tu mejor amigo, no tienes duda de ello. Te ha demostrado más constancia que cualquier otra persona.
Estás sintiendo la locura más intensa. Sientes cómo te desvaneces. Te están hundiendo cada vez más. Y ahora, ¿Cómo paras todo esto? Si no les interesas, ¿por qué entonces no te dejan vivir?

Lágrimas. Fieles compañeras desde el principio de esta historia. Las únicas que te dan algo útil mirando por tu bienestar. Aunque sólo se trate de un proceso fisiológico, aceptas esa calma. Te conformas con esos momentos de paz que te brindan. Puede que sea el único apoyo que vayas a encontrar a día de hoy.
Es posible que sea demasiado tarde para dar marcha atrás. Como siempre, el momento fue otro. En tu camino no hay elección. Ya se ha llegado al límite de oportunidades.
No hay más que decir… pronto volverás a ver sombras a tu alrededor… y sigue pasando el tiempo. Pero, ¿qué es el tiempo? Hace años que no cuentas los días de la misma forma. Se dijo que cada cual tiene la edad de sus emociones… y puede que sea cierto.
Pero prueba a hacer una cosa:
Respira.
Si puedes hacerlo, es buena señal. Eres más joven de lo que tu alma refleja…

miércoles, 6 de julio de 2011

Sueño roto


Hoy regresa un sentimiento ausente durante años, me dice que nunca podré librarme de recuerdos si se suceden en tiempo presente… Y sigo sin entender qué me está pasando. Por qué.

Hoy cada segundo trae lágrimas, parece golpearme. No escucho nada salvo algunos latidos, y es curioso… porque hoy parece que no tengo vida.
Me pesa el movimiento del reloj indicando que pasa un minuto, y otro… cada instante que se escapa como un suspiro, melancólico pasado que ilustra el presente con imágenes de lo que parecía otra vida… y es que aquello parecía un sueño, para mí lo era. Eso era mi sueño real.
Pero como todo buen sueño, acaba. Cuando me paré a mirar de verdad, la respuesta fue rápida. Todo cambió, se esfumó la magia creada y mantenida durante años. Desperté cerciorándome de mi realidad… y de esa forma llegó, posiblemente, el momento más duro. Sentí la visita de la resignación y así quise dejarlo atrás, olvidar.
Sí, olvidar... Pero creo que lo único que olvidé fue el significado del término “ingenuidad”. Es absurda la incongruencia que demuestran mis pensamientos cuando se trata de eliminar el rastro de este asunto. Ni siquiera he decidido eliminarlo… no podría permitirlo jamás…
sólo sé que por una causa, durante cinco meses he aparentado y he fingido. He disimulado, y he ocultado. Sólo yo supe que llevaba dentro un punto y final cada vez más cercano, cada vez más letal a medida que pasaba el tiempo. Ayer era un sentimiento que podría explotar en cualquier momento, hoy algo hizo que detonase, y mañana reconstruiré cada lágrima que provocó el daño de este final. Las guardaré para más adelante, si algo es seguro es que pronto volverán a hacerme falta.

En este momento, a cada paso que doy visualizo una imagen nueva. Me encuentro en cada esquina a fantasmas de carne y hueso y a menudo querría escapar de ellos. Pero siempre están cerca, y la distancia dolería…
Es así. Durante mucho tiempo tuve dos opciones, hoy sólo veo una. Hoy, mi nueva página es un final que encabeza un título más que claro. Un título en el que se intuye un sueño roto.

En un pasado no muy lejano pensé: “¿Cuánta melancolía aguanto antes de huir?”
Ahora quiero huir cuanto antes de esta melancolía, ya no la aguanto.

martes, 26 de abril de 2011

Siente


Saturación, límite, cansancio, agobio, desesperación, resignación, rabia, tristeza, dolor.

Todo y nada. Situaciones diversas, emociones distintas. ¿Distintas? Sea como sea, siempre es lo mismo.

Necesidades básicas. Tranquilidad, descanso, tregua, parón, paz.

Vuelve a gritar. Grítame una vez más. Gritadme hasta que sólo oiga los repiques de campanas en cuatro paredes. Seguirán siendo sonido armónico a pesar de los golpes incesantes. Música evasora en constante tormento.

¿Contradicciones? Yo no lo creo. Definiciones precisas en dilemas incoherentes. Falta de comunicación en instantes de no querer saber de nadie.

Y es que no quiero saber nada de nadie, y nadie quiere saber nada de mí. Y es mejor. Revelación despreocupada de la evidencia.

Camuflaje del sentido, eficaz para no saber de qué se habla. Un estilo de confusión demuestra un sentir claro.

Golpea esa pared, derriba la ira. Haz como si no escuchases el abandono de la estabilidad y su calma.
Eh, sólo “haz como”.

Aguanta ahí, mientras el descontrol va clavando dos puñales acompasados. Rompe el reloj minuto a minuto, que una manija no sea testigo nunca de tu realidad.

Así que sal a tu mundo, agacha la mirada evitando así que alguien descubra, que algún reflejo te delate. Y finge.

Finge que nada importa, y que todo es importante. Oculta que quieres ocultarte. Un tiempo indefinido define la situación de incomprensión.

Deja que las tensiones se acerquen. Observa impasible como los reclamos te agreden. Grita “písame” cuando la causa del desastre quiera dar media vuelta. Volverá y lo hará.

No te preocupes. Humillación no quiere ser mencionada, ya no existe. Salió huyendo hace tiempo, nadie sabe dónde fue. Perdió el sentido de la realidad y permanece ausente.


Desde ahí… es simple. Levanta del suelo. Sacude el instinto. Recoge la paciencia. Y, como siempre, en poco tiempo… vuelve a leer desde arriba.

miércoles, 20 de abril de 2011

Sin mente


Te encuentras ante centenares de caminos, todos marcados con señales ininteligibles, pero no entiendes las palabras de cada paso, asaltantes que se esconden día tras día y aparecen en instantes puntuales e imprevisibles.
¿Por qué dudas, buscas algo, qué es lo que ansías?
¿Acaso dudas de tu propia mente, porque ya no te fías de ella?
Ya… estás buscando una solución inmediata que dé una tregua o traiga acuerdo perpetuo con… ¿tus demonios?, ¿Es eso?
¿Será que ansías un minuto de calma, alejarte de pensamientos propios taladrando cada segundo de tu consciencia?

-Lo oyes, ¿verdad? Tú también escuchas esos gritos internos de desesperación.
Por supuesto, esos son los demonios con los que convives día a día.
¿Podrías explicar con claridad qué es lo que dicen?
Claro, no te es fácil. Para ti es imposible descifrar sus palabras.
Niegas vivir en penumbras, pero entonces te envuelven con sus negros mantos de desidia. Son instantes incontables, son tiempo impredecible. Es el día cero que se sucede año tras año.
Pero tú estás bien, ¿no?
O lo arreglas todo afirmándolo.
Todo… una palabra que engloba hasta el universo. Pero tú sabes… sabes qué es lo que no está bien. Tu universo. Ese es el fallo. Cometes un gran error, eterna equivocación de estados incoherentes.
¿Cuándo un día más empieza, cuándo finaliza otro…? ¿En qué momento ellos desaparecen? Se esconden. Nunca les gustó la atención continua. Pero sabes que están ahí. Y ¿cuándo no? …
Siempre están ahí… siempre cuando estás sin mente...

domingo, 20 de febrero de 2011

Siento


A veces escucho, a veces te miro, a veces sonrío y a veces siento.
Siento que hay veces que escucho ecos vacíos, y entonces te miro y sonrío, y se para el mundo.

Sé para el mundo lo que en mi vida significas, que tu vida es un mundo y diecisiete días un cambio.

Entonces un día cambió la forma de contar el tiempo, ya que se cuenta que el tiempo da forma a los sueños.

Así que hoy busco soñar sólo si soñando alcanzo a encontrarte.
Mañana diremos palabras con sonidos mudos, recordando momentos que creímos olvidados.
Y ahora sencillamente podría continuar un relato.

Podría decir que contigo oigo el silencio, veo la oscuridad. Y en un momento lo absurdo recobra el sentido.
Que hay un sentido vivo en cada momento, y de momento hay cada vez más vida que narrar.
Y podría seguir escribiendo, jugando con palabras una eternidad. Pero las palabras eternas no juegan, se escriben día tras día para constatar historias reales.
Siempre hay algo eterno, y todo es realidad.
Lo real es cada mensaje, y lo eterno… lo eterno son los recuerdos, las palabras que permanecen imborrables.

Y sea como sea, como mensaje real, eterno recuerdo o palabra, quiero quedarme con un pensamiento indestructible, con un pensamiento que tú también guardes. Me quedo con un te quiero por encima de todo... y me guardo estas últimas líneas.

A veces escucho, a veces te miro, a veces sonrío y a veces siento. Y es entonces cuando me doy cuenta de que no es necesario decir más. sólo hace falta echar la vista atrás y revivir cada segundo.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Dilemas


Sólo necesitas huir, sólo tienes que atravesar esa puerta… y todo volverá a ser como antes…

Cavilo entre desidias, prisioneras de un alma errante.
Reflexiono aun incoherente, contra pensamientos de sinrazón.

Busco un camino, el camino correcto. Y sólo tengo dos opciones. Dos únicas posibilidades. Un sí o un no. ¿Una estancia permanente, alejada de asaltantes nostalgias y tristezas repentinas?

…Huye, atraviesa esa puerta… y todo volverá a la normalidad…

Algo me impide tomar decisiones drásticas, quizá un lazo irrompible, un vínculo forjado hace años; o quizá una incapacidad, una carencia de fortaleza hercúlea para continuar mi calendario como hice hasta ahora.

Permanece aquí, no abandones… No, esto es preferible. Huye, atraviesa esa puerta… y todo tu desvarío interior volverá a la normalidad.

¿Qué se puede obtener a base de monotemáticos dilemas constantes, que no llevan a ningún lugar real?

Si creara por un instante mi propio mundo utópico, lo que actualmente aparece atormentando con preguntas estaría en él sin ningún titubeo. Y sería lo que daría vida a seres inertes sin lugar a dudas… Nunca más atormentada por indecisiones faltas de coherencia.
Pero mi propio mundo utópico a largo plazo, obviando los “instantes” … puede que sea otro cantar… y, ¿por qué no? ¿acaso sería tan duro ese cambio? Supongo que sólo tendría que acostumbrarme. O acabar muriendo en vida. No lo sé.

El caso es que, sin previo aviso ni justificaciones recientes, cada vez se escapan más lágrimas que no controlo. Y no quise ni imaginé nunca que esto pasara. El tiempo allí fue contar sueños, hoy sueño con seguir contando el tiempo, y entre sueños, tiempo y cuentas, hoy cuento con dos únicas opciones.

-Permanece aquí, no abandones. Tómate respiros de calma para evitar indecisiones y agobios.
Sólo necesitas huir, sólo tienes que atravesar esa puerta… y todo volverá a ser como antes…


domingo, 28 de noviembre de 2010

Destino de un "te quiero"


Hoy despierto en un nuevo sueño, hoy amanece al mirar tus ojos, sueño nuevamente despierta, tus ojos me miran mientras amanece.
Desde aquel día, una palabra resuena en madrugadas, dos se fueron entrelazando, así dejaron escrito el principio de una historia, una historia que avanza imperturbable, un mensaje indeleble siempre presente en mi camino.
Si ahora sé que estás a mi lado, no hay mejor forma de percibir un despertar; y si resulta que en estos momentos mi vida es sueño, será porque sólo tú te has convertido en el sueño de mi vida.
Olvida las pesadillas, duerme tranquila, junto a ti escribiré un destino idílico jamás mencionado.
Y es que sólo contigo se enciende la luz de un mañana, avanza intrépido un tiempo creído muerto. Así veo, cuando se perciben los amaneceres, cómo deshojamos soledades perennes.
Entre árboles marcados, crepúsculos de tiempo indefinido, escucho tu voz en madrugadas. Y aunque el eco antagónico resuene de vez en vez, yo cuidaré de la memoria sana de recuerdos pasados.
No habrá más delirios, ni subconscientes atacados. Después del daño de la incoherencia, bendita palabra “locura” empleada en el presente.
Así sucede que, a día de hoy, no encuentro otra forma de acabar este plasmado sino diciendo que he aprendido algo, ahora sé que adoro el destino de un te quiero, porque quiero que mi destino sea adorarte.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Loco


¿Sabes que odio odiarte, que nunca quise que hablaras?
Con tan sólo una palabra, diste comienzo a una vida
Con ciento veinte, en un segundo, siento que se acaba
Llora un alma, late un loco, percibe reflejos amargos de dolores pasajeros, y en un susurro, se antoja eterna la noche dejando su huella en los ojos de quien se desvanece.
Habla en su demencia, pero no quiero oírle, odio su soledad, aun parece que es mi única compañía.
Un loco…un loco que se debilita golpe tras golpe, resuenan sus pulsaciones entre cuatro paredes, aturden a oídos cansados de escucharlas.
Pero sigues hablando, continúas tu verso infinito, atormentas del mismo modo que alertas de un peligro, mientras te quitan vida, protégete de la cercanía, si ellos no tienen corazón, este loco es el alma.
Tus mil delirios hacen ver que hay sentimientos inmortales,
Ciento veinte palabras son las únicas indelebles
Y a día de hoy, en tan sólo un segundo, quiero omitir al menos cuatro latidos

martes, 18 de mayo de 2010

Recuerdo la música


Para trasmitir un sentimiento, hoy quiero componer una sinfonía única cuya melodía sea símil de tu sonrisa, en la que los tempos se guíen por tus latidos.

Para que seas capaz de leer entre líneas, interpretar una obertura mágica, cuyo primer acorde sea tu nombre, mientras vuela un pensamiento que plasmo en clave, entre partituras.
¿Y si ahora te digo que te quiero? ¿Y si hoy es el día, el momento de romper el silencio?
¿Cómo serían las notas, cuáles las adecuadas para que entiendas mi mensaje cifrado, disfrazado de música?
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Aún a día de hoy sigo como un músico callejero tocando bajo este cielo sin luna…
Eso es todo lo que puedo decirte. No hay luz en nuestro rincón de abandono, porque te la llevaste toda al cerrar los ojos mientras me decías adiós. Con un susurro bastó para darme cuenta de que tú distancias los recuerdos, y yo recuerdo la distancia, yo, bajo este cielo sin luna.
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Cualquier acorde representará mi sentimiento, y guiará con cada compás la eternidad de este amor, me pides música, pero no hay mejor música que la que transmita la felicidad cuando por fin esté a tu lado.
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Es el turno del Blues, que resuena en noches de tristeza. Soledad que habla en un monólogo interminable, y entre sus palabras muero hasta que decida volver a vivir, hasta que me des opción de estar lejos de ti y abandonar los recuerdos.
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La música es sueño, sueña pues con esta música, sueña tu alegría, tu más sentida ilusión, refleja con musicalidad onírica cada muestra de mi cariño. Eres tú, soy yo, esta es la música que te ofrezco como antídoto contra la soledad.
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De sueños no se vive, ahora suenan acordes desafinados que no hacen más que recordarme mi estúpida obsesión por bellas melodías que quise regalarte, y puede que, en alguno de esos días del pasado, haya quedado constancia de ellas reflejada en una esencia musical…pero para este alma, que ha perdido el sentido de la audición, no es más que un absurdo recuerdo.
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Recuerdos de una música que me acompañará eternamente, cuando mire tus ojos, cuando abrace la felicidad infinita, cuando tu voz me diga que siempre estarás a mi lado, y la canción de un te quiero borre penas.
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Recuerdos de una música que, a pesar de todo, me acompañará eternamente, cuando me deshaga de tus fotos, cuando abrace la soledad infinita, cuando tu voz no se oiga más, porque nunca volverás a estar a mi lado, y esta canción borre las penas de un te quiero. …………………………………………………………………………………………….

martes, 6 de abril de 2010

Mi musa


Ella es la que inspira mis versos en la noche, únicamente ella, mi musa…

Ella, porque es un resplandor de sabiduría que ilumina el pensamiento, un ángel que revolotea en el ocaso dando sentido a mis palabras, el elixir que revive un alma, la mía, prisionera de su encanto.

Mi musa…Surge la magia al mencionar su nombre, es el acorde de la más bella melodía percibida por oídos que buscan la perfección, ¿cómo no amar la paz que sus vaivenes proporcionan, cómo no añorar sus visitas en la madrugada, que destierran la añoranza y calman la nostalgia de una existencia loca?… y, ¿cómo llamarla sólo musa, si es vida entre las sombras, sonrisa que seca las lágrimas, el astro que ilumina cada día gris?

…Imposible evitar que se cuele en mis sueños, porque sueño con su hechizo, porque me hechizan sus palabras imposibles…

Mujer de belleza sublime, musa que me libera, diosa en la que creo, mito de la antigua Grecia, leyenda que, aun sabiendo que es cierta, no puede ser real.

…Inexplicable su forma de cautivarme, porque en un principio cautivó todas las explicaciones…

El respiro con el que calmo mi asfixia, la efímera soledad apartada por el consuelo que sus ojos marrones me ofrecen, el acérrimo empeño de mi alma por mostrarle mi agradecimiento eterno, ella lo es todo en mi mundo de inspiración, de poesía ininterrumpida, de prosa indescifrable.

Mi musa, mi desahogo, protege con sutiles textos un corazón expuesto al daño, traza líneas en el papel para convertir en filosofía mis delirios. Ella es el arte, mi compás, mi luz entre penumbras, ella es mi forma de sentir latidos revolucionados cuando intuyo su presencia, cuando se refleja fugazmente en mi ventana, cuando con un “gracias” le dedico mis nuevos e insignificantes párrafos…mi musa, ¿cómo no bendecir su compañía desinteresada, cómo no desearla sólo para mí?...

...simplemente es imposible no desearla, porque siempre deseé lo imposible…

lunes, 1 de marzo de 2010

Mil días


Porque mil días pueden convertirse en un milenio con infinidad de sonrisas, o pueden pasar como el destello de una estrella fugaz.

Mil días…y cada uno de ellos cargado de momentos irrepetibles, de palabras irremplazables, de sueños que finalmente se cumplieron para ti y para mí, proporcionando sensaciones de felicidad única a cada instante.

Mil días que como un sutil pestañeo de tus ojos han llegado a formar parte de nuestra historia, de un pasado que a las dos se nos antoja cercano. Porque siempre recuerdo aquella primera tarde de mayo en la que empecé a contar el tiempo, y en el que, en lo que ahora defino como una “larga brevedad”, las agujas de un reloj comenzaron a girar marcando a cada instante un sentimiento, un recuerdo, así como un tic, y un tac, sin descanso hasta hoy…y hoy le he dado más cuerda a ese reloj aliado con mi alma para que siga contando los segundos en los que grite tu nombre, al menos otros mil días más…

Porque el tiempo es un juego del destino, y nosotras jugamos con el destino del tiempo, reflejando con cada conversación que nos burlamos de él y su risa, porque para mí un minuto escuchando tu voz es una mágica eternidad, o porque mil días parecen tan sólo efímeros segundos, nómadas en un viaje de sueños con aún cientos de caminos sin explorar.

Y después de mil días puede que ayer fuese hoy, que hoy sea el reflejo de un mañana, o que en un mañana no seamos nadie, pero si se han cumplido dos sueños y puedo pedir un deseo, deseo que mil días no sean nada, que nada cambie tu sonrisa, y que de tu sonrisa me siga enamorando cuando pasen mil días más.

miércoles, 3 de febrero de 2010

El llanto es recuerdo


No puedo evitar llorar al recordarte, porque cae una lágrima por cada recuerdo, porque estoy lejos de ti, y al estarlo me siento morir, vivo atada a un sentimiento que no me deja conciliar el sueño, porque sin ti me hallo en soledad.
No puedo evitar llorar al recordarte, pues me acosan miles de demonios cada noche, demonios que asesinaron cruentamente a los ángeles, desde entonces todo es oscuridad, porque la sangre de esos seres celestiales también es mi sangre...
No puedo evitar llorar al recordarte, porque una guadaña fragmentó mi corazón, lo rompió en mil pedazos, y sólo tú puedes reconstruirlo; si no puedo amarte nunca volveré a ver la luz, si no puedo verte no seré nadie, y si no soy nadie no viviré más, porque sólo vivo para ser quien te adora...
No puedo evitar llorar al recordarte, porque sé que algún día te perderé para siempre, desaparecerás de mi vida, aunque nunca de mi pensamiento...y ya se puede percibir esa distancia, ya alerta con un silencio abismal como tu única respuesta a mis mensajes.
Por eso, aunque me esfuerce, no puedo evitar llorar al recordarte, porque el llanto es recuerdo y el amor es maldito, porque tus gestos son fríos, como frías son tus palabras, porque cuatro letras condicionan mi vida, las cuatro letras de amor o las cuatro letras del odio que puede aparecer camuflado el día me abandones.
No puedo evitar llorar al recordarte, aunque el llanto no alivie el alma, aunque finja sonrisas a cada minuto, aunque cada minuto se me antoje eterno.
Porque hoy el cielo gris nubla mis pensamientos; y mis pensamientos de una vida sin ti no tienen sentido; y mi sentido de vivir eres tú, no puedo evitar llorar al recordarte…

viernes, 1 de enero de 2010

Si tan sólo pudiera...


Si tan sólo pudiera…

Hoy busco, y encuentro tu mirada risueña mientras escuchamos cantar al arte colmando nuestros oídos de letras, posiblemente más significativas para mí, y te observo sin poder evitarlo.
Entonces, en un ligero instante de esa noche, percibo el llanto asomando ligeramente en tus ojos, y se rompe mi alma al contemplar esa imagen, un beso en mi mejilla, un móvil que suena, y en unas milésimas de segundo tu expresión que cambia por completo, dibujando tus labios una amplia sonrisa cargada de…cargada…de…amor…
Si tan sólo pudiera…
Decirte que no he parado de mirarte durante toda esta noche, como siempre, desde la oscuridad, que odio no haber podido estar a tu lado cada día, desde los doce que marcaron mi comienzo…que aunque te quiera, no me duele que te hayas enamorado, porque noto tu ilusión y tu felicidad al estar con él, y eso me basta.
Hoy pienso, y recuerdo a mis manos que tiempo atrás las apretaste con fuerza, trasmitiéndome tu cariño. Hoy no agradeces mis gestos, pero yo agradezco la fortuna de ser testigo directo de los tuyos. Hoy quiero hablarte sin mesura, provocar que vuelen versos siempre libres de sensatez, porque el amor no es sensato. Y yo te adoro. Y eso me basta.
Si tan sólo pudiera…
Confiarte mis secretos, relatarte como en una historia novelística cada sentimiento de adicción hacia ti que sentí en mil noches de añoranza, narrarte en 940 páginas un te quiero tras otro, y escribirte poesía que refleje con cada palabra tu sublime belleza de mujer inalcanzable…si tan sólo pudiera…
Miradas que con sutil descaro se mueven a mi izquierda, y una de ellas que encuentra tus ojos observándome, sonrío con añorante amor, sonríes por amistoso cariño, un suspiro camuflado y una única frase en mi cabeza: si tan sólo pudiera…
Y más tarde una precipitada despedida, y yo, ¿qué digo? … yo digo que si tan sólo pudiera decirte, sabrías que sólo puedo decir que te adoro…

viernes, 4 de diciembre de 2009

Reo



Como un reo condenado a no ver más la luz del sol, con esperanzas de una apelación para volver a ser libre.

Vive, porque verla nuevamente es su mayor ilusión.

Muere, porque pasarán meses hasta que ésa ilusión se convierta en una breve pero intensa realidad.Una luz tenue se cuela por su ventana, y contempla como llora la luna por ésa insoportable distancia.Una melodía mágica resuena en su cabeza, y percibe los lamentos taciturnos de una noche larga, de una noche más que no pasará a su lado.

Y siente, y padece, y odia los recuerdos de todos los "te quiero" que no le dijo, así como las cuatro paredes que le mantienen prisionero, que le aíslan de su voz, de su mirada, de ella…

Ella…su ángel guardián, un respiro de aire puro, el más apreciado tesoro de su vida, la más fiel imagen de la felicidad delante de sus ojos , pasea efímeramente y desaparece sin dejar tiempo para saborear la miel de su recuerdo.

Sola recorre los caminos de la desolación, el viento la empuja hacia horizontes de tribulación, es pena, es melancolía, es un alma resquebrajada marcada por la cautividad de su amor la que hace que quiera abandonar el sufrimiento, detener el tiempo y romper las cadenas que han secuestrado su felicidad.

Él es simplemente un reo más, con una condena infinita, la condena de no ver más a su ángel guardián, un loco con una demencia interminable dando todo cuanto tiene por su adorada rosa repleta de espinas, está herido y muere prisionero dentro de la jaula de sus sentimientos.

Su preciosa niña alocada, risueña y entregada, le olvida en una noche en la que el alcohol acompaña su congoja camuflada, y comienza con vaivenes entre unos y otros sin dedicar una simple oda al que descansa en otro universo esperando reencontrarse con ella.

Lo que él no sabe es que ella es tan fría como aguacero en plena madrugada, que ni un rayo tenue de luz podrá acercar sus almas nuevamente, no le llora, no le recuerda, sola vaga buscando la felicidad que sólo él podría ofrecerle…

…y es que él sigue siendo un reo condenado a no ver más la luz del sol…

viernes, 20 de noviembre de 2009

Y tan sólo una lágrima


Y tan sólo una lágrima, y un llanto eterno.
Y una luna que no brilla desde que se borró su sonrisa, y ella, una mujer atrapada en la penumbra.
Y un corazón destrozado, aniquilado, y una nostalgia que lo apuñala a cada momento.
Y un día hundido en la monotonía, y una carta escrita.

Tan sólo una lágrima, y un llanto eterno, llora por el olvido mientras canta esa canción que habla de amor, mientras rememora esos minutos que estuvo a su lado hace ya bastante tiempo...y se lamenta, qué lejos han quedado esas noches de invierno, después de varios años se repiten, pero ésta vez no tiene su compañía, sino la del gélido viento que susurra por los callejones palabras ahora vacías.

Y es que para ella una sola lágrima supone un llanto eterno, es triste verla con esa fotografía que tantos momentos de desconsuelo ha contemplado, soltando sollozos ahogados mientras observa cómo su gran y eterno amor le sonríe a través del papel que sostiene en sus manos.
Ahora le nota tan lejos, tan distante, sólo puede sentir la frialdad al no saber apenas dónde se encuentra, a qué está dedicando sus minutos, o a quién...
Ella siempre supo que su amor era imposible, que no llevaría a ningún sitio, y eso le hacía arrastrar tras de sí las cadenas de la tristeza, las dudas impresas en el alma, el dolor tatuado en el corazón, pero seguía amándole aunque eso suponía perder la vida a cada día que pasaba fugaz por su existencia.

Y se oye una voz: “escúchame, niña, no llores más por mí, que ya mi espíritu vuela libre sin rumbo fijo y el tuyo debe hacer lo mismo, no cargues con pesos que no te corresponden, ni recuerdes un amor que debió morir hace tiempo, no cuides más esas rosas negras que crecen en tu memoria, dile adiós al sentimiento...”

Y ella intenta hacer caso de sus palabras, pero le resulta imposible olvidar los años de ilusión, ahora desvanecida, y es que en este momento ella ve que una sola lágrima supone un llanto eterno...

martes, 3 de noviembre de 2009

Nostalgia


Paseando por calles oscuras me encontré en un rincón con la nostalgia...y me habló de ti.
Me contó cada momento que pasó añorando tus palabras, cada paso solitario que dio en un intento desesperado por encontrarte.
Las teclas del piano que tocó esperando que tu voz apareciera de repente acompañando la melodía se han quedado ahora sin sonido alguno, y ese teclado, cada vez más lleno de polvo, sólo es acariciado por la triste y melancólica soledad.
Ella sigue hablando de ti, cada vez la oigo más cerca...
Escucho un murmullo creado por mi subconsciente para hacerme olvidar ese vacío que siento cada día, y aparece en mi mente tu rostro borroso, difuminado, como una foto vieja en la que el tiempo ha hecho estragos...
Pero aún se puede apreciar tu sonrisa, ésa sonrisa que conseguía acelerar mis pulsaciones, que hacía que este loco corazón quisiera salir corriendo a tu lado, abandonando para siempre mi cuerpo, su prisión eterna.
Y eterno parecía ser el sentimiento, pero lo único que permanecerá para siempre en mi alma es tu fiel recuerdo, un gran amigo que, a diferencia de tu persona, no corre a otros brazos buscando la tranquilidad que sólo yo puedo ofrecerte.

... ¿por qué haces que me sienta tan mal? ...

NO ME OBLIGUES A RECORDAR

Deja de hablar, nostalgia, no quiero oírte, ya sé que ella nunca me quiso y yo no quiero quererla más, ¿por qué sigues apareciendo en cada rincón oscuro, como niebla en la madrugada? No manipules los recuerdos, no sigas siendo su aliada, déjame la opción de una nueva vida, quiero tomar un camino distinto en el que no aparezcas más.
Necesito apreciar el silencio, saber escucharlo, oír a través de él...sólo quiero silencio...
...
...
...

martes, 13 de octubre de 2009

Penas ahogadas


Aquella noche te invadía la tristeza, ya en la madrugada tu alma cedió ante el dolor y tus ojos comenzaron a derramar lágrimas.
Quisiste hacer una llamada, pero no pensaste en ella, ella no te escucharía y no podrías decirle nada claro, solo ella era la culpable de tu llanto...
Así que aparecí en tu mente, yo, tu fiel amiga, yo sí que podría entenderte...pero no me llamaste, no querías que te escuchara tan triste, si lo hacías me iba a preocupar, “ya tiene bastante con sus problemas”, pensaste, así que decidiste quedarte a solas con tu sufrimiento.
Al día siguiente el ocaso vino acompañado de tu llamada, quedamos esa misma noche, tenías mala cara, la típica de “he pasado la noche recordando y haciéndome daño”, sabía que necesitabas hablar, y no tardamos mucho en llegar a aquel bar para ahogar las penas, esta vez en compañía.
Entre trago y trago, una lágrima derramada, así, llorando entre copas, empezaste a hablar, noté algo extraño en tus ojos, un pequeño destello que, casi imperceptible, iluminaba tu mirada:
-recuerdo como ella me salvó la vida, ¿sabes? me enamoró solo con mirarme, me hacía sentir feliz... tanto así que fue mi adicción, mi droga cuando me sentía mal, agotado y completamente decaído, verla era mi gran ilusión, pude vivir y pude matar por ella, respiraba solo porque ella respiraba, era la luz que me alumbraba, el ángel de mi salvación, lo era todo para mí. Ella era maravillosa, me trataba con cariño y no había persona en el mundo que la quisiera más que yo, pero un día... -Una lágrima más resbaló por tu mejilla-... un maldito día todo cambió...
-¿qué cambió, qué tan grave fue lo que pasó para que se rompiera ese sentimiento?
-su vida dio un giro de 360º, al cambiar su vida también cambió ella, y yo...yo no pude explicarme esa transformación, no la reconocía, ella no era la mujer de la que me había enamorado...
-continúa, te sentirás mejor al liberar tu dolor. Cuéntame, ¿en qué se convirtió, qué era distinto en ella?
-se volvió fría, distante, ya nada era igual, sus sonrisas no eran más que un gesto de falsedad y sus miradas...no puedo explicarlo, eran completamente distintas, parecían gritarme “no me importas nada” como respuesta a las mías de “eres mi vida”, era horrible sentir ese desprecio, aún hoy me duele recordarlo...
-todavía es pronto, no puedes evitar sentir ese dolor
-lo sé –soltaste un largo suspiro cargado de impotencia- supongo que con tiempo se convertirá en un simple resentimiento, y más tarde en un mero recuerdo que no me hará sentir nada, pero mientras tanto solo puedo hacer esto -elevaste el vaso de whisky- beber para olvidar momentáneamente el dolor y sobre todo esperar, esperar a que estas heridas tan profundas cicatricen.
-va a ser duro, pero no es imposible, lo conseguirás
-sabes que nunca he confiado en mí, solo -te temblaba la voz- ...solo cuando la tenía cerca me sentía capaz de todo, y ahora que ya no está no tengo fuerza para afrontar mi destino... ¿cómo ha podido abandonarme a mi propia suerte con semejante frialdad? – Gritaste con rabia- ...qué puedo hacer...
-dejar de llorar por ella, porque no merece ni una de tus lágrimas, y ante todo NO RENDIRTE NUNCA, porque el día de mañana volverás a sonreír y ella pasará a segundo plano, te lo puedo asegurar, es más, te lo prometo, pronto todo volverá a la normalidad -dibujé una sonrisa que tú me devolviste- pronto esta historia se acabará.
-tienes razón, creo que puedo confiar en que todo salga así, eso espero, el tiempo lo cura todo...y la distancia es el olvido...

Salimos a la calle y te vi mirar al cielo
-ahí está, la estrella que siempre me acompaña...
Entonces te oí decir la última frase de la noche mientras la contemplabas, después nos marchamos en silencio
- nunca olvidaré todo lo que te quise, de una forma o de otra siempre te querré, pero es hora de dejar que esto sea un capítulo más de mi historia, por fin he recuperado mi alma, ahora te digo adiós, adiós amor...

martes, 1 de septiembre de 2009

Siempre contigo


Pensarás que por qué he cometido semejante locura, yo te digo que es lo más cuerdo que he podido hacer.
Te escribí esto antes de notar como mis ojos se cerraban para siempre, abatidos por la gran dosis de somníferos que ingerí, quería dormir para tener un sueño eterno en el que sólo apareciera tu rostro cargado de hermosura y así olvidar los largos años de insomnio.
Mi recuerdo es inmortal en la mente de los que me querían, de los que aun a día de hoy me siguen queriendo. Quiero que tú seas una de esas personas y que tengas presente un detalle: únicamente me he despedido de ti.
Cuando me acosó el silencio, después de horas de melancolía, tristeza y demencia sólo acompañadas por mil lágrimas mudas, decidí que no quería palabras amargas para familiares ni amigos, y vino a mi cabeza un pensamiento cierto como la existencia que a mi se me agotaba: “tengo tantas cosas que decirte...”.
Mi alma nunca te abandonó en vida, tampoco pudo hacerlo en esos momentos tan cercanos a la muerte.
Ya que había callado siempre, pensé cómo tendría que ser mi despedida, este sería mi último mensaje, el definitivo que llegaría a tus manos.
Te amé desde el primer minuto, y lo hice hasta el último, cuando la locura se apoderó de mi mente y decidí que ese era mi fin, escuché un nombre, una y otra vez, el mismo nombre que me hizo sonreír, llorar, temblar durante tantos años, retumbó en mis oídos y me sentí como cuando lo oí por primera vez, cargada de vida como un recién nacido y a la vez agotada como un enfermo terminal, así fue el amor, tuve todo cuanto quería y no tuve nada, pero mágicamente fui muy feliz.
Sólo espero que puedas perdonar que te haya abandonado de esta forma, pero siempre dije que tú eras mi vida y al no tenerte cerca se me agotó, no tuve más remedio que hacerlo, sin embargo yo veo algo positivo en todo esto, y es que ahora podré estar a tu lado en todo momento.
Así que me reí de la muerte cuando me visitó, los kilómetros consiguieron alejarme de ti, pero ella no podría hacerlo, a aquella guadaña le faltó una cosa por cortar, mis dos palabras más mencionadas: “siempre contigo”.
Tú fuiste mi ángel y ahora yo seré el tuyo, un ángel que te arropará con sus alas cuando sientas soledad, que secará tus lágrimas cuando sientas pena, que te levantará cuando sientas que te hundes en un oscuro abismo.
Cuidaré de ti mientras sigas en el mundo que yo decidí abandonar parcialmente, porque no hay forma de abandonarlo al cien por cien si mi gran amor continúa sus días en él, de alguna forma tú me das la vida que una maldita sombra en mi mente me ha arrebatado esta noche, por eso es posible que siga contigo.
Estoy segura de que, cuando mi alma despierte y salga a buscarte, no lloverá sobre mi lápida, porque será el primer día que no llore.
Pero el día que llores tú del cielo caerán mil gotas, que chocarán contra tu ventana para recordarte que no me he ido de tu lado, que sigo ahí, siempre, siempre contigo.
Ahora es el momento, crea con mi recuerdo aquella rosa negra con la que solía compararte y arranca cada pétalo, sólo así podré olvidar mi vida y mi muerte para estar contigo sintiéndome libre, graba a fuego mis palabras en tu alma, recuérdalo: “siempre, siempre contigo”...