martes, 27 de diciembre de 2011

Hoy por hoy es igual a cero


Puedo seguir contando
Contar miradas, contar palabras.
Empieza la cuenta. Y si cuento llego al uno para volver en cuarenta segundos al cero.
Ahora que el frío es insoportable, compruebo que los gestos sólo sirven cuando no los necesitas. Que no hay quien escuche tu silencio porque la soledad ya se ha cansado.
Rememora treinta destinos, Calla cómo te sientes. Y mientras, sorbo a sorbo, bébete los días en los que te creíste cien mentiras.
Vive en un permanente junio, pero sin perder de vista las tormentas. Olvida que no te acuerdas, o acuérdate… de que no lo has olvidado.
Y, ¿para qué contar más?
Si cuanto más cuento, menos sumo.
Me río del absurdo y me burlo de lo ilógico
Así, si he perdido la cordura, repetídmelo dos mil veces más siete.
Prefiero no desesperar, y si el mundo no habla ya encuentro yo una frase muda.
Sin más que menos, ¿Cuál es el consejo?
Que no busques el camino, caminante. Alguien de buena fe te guiará… por el lado contrario.
Básicamente, he perdido la cuenta. No busco sentido a nada, tú tampoco lo hagas. Que si se me va la cabeza, ya volverá cuando sea. Que si no vuelve, es porque no quiso. Como todo. Como todos.
Y sigo avanzando. Ahora, ¿Qué?
Ahora se me apagan las noches en vela. Primero con una, luego con dos. Vuelve la calma. Irremediablemente, no vuelve sola.
Pero dejaré a la guerra en paz, que al amanecer se me hace tarde.
Mi conclusión… todo sirve como respuesta, aunque aparentemente no sea nada… Ya que antes del punto, he encontrado el resultado:
HOY POR HOY ES IGUAL A CERO