jueves, 30 de abril de 2009

Eres mi vida


Eres mi vida, y sin embargo no puedo verte

Eres mi luz, pero mi alma está en penumbras

Siento adicción por ti, y por eso mi cuerpo necesita tu droga

Sin tu voz no puedo vivir, pero ahora padeces de afonía

Tus ojos guían mi camino, y ahora que no los veo estoy completamente perdida

Gracias a ti supe que las cosas podían ir mejor si yo me lo proponía

Contigo tuve fuerzas para afrontar lo que el destino me depara

Quiero dormir a gusto, pero tu recuerdo lejano no me deja cerrar los ojos más que para pensarte

Oigo tu voz, porque cada día al despertarme me la trae el viento, y es la mejor sinfonía jamás escuchada

Mi corazón ya no tiene lágrimas, las ha llorado todas en estos días de tanto extrañarte

No se por qué me han castigado sin verte, con lo que yo te necesito

¿Separará este cruel destino nuestros caminos?

¿Me arrepentiré algún día de amarte así?

Tantas preguntas sin respuesta matan mi mente

Aún así no pararé nunca de soñar contigo

A pesar de todo no dejaré de amarte

Creo que siempre estaré en tu recuerdo

Aunque nunca te he pedido que me lleves en tu corazón

Se que alguna vez has pensado en mi

He visto muchas veces sinceridad en tus ojos

Se que en el fondo yo también significo algo para ti

Se que me aprecias

En todo este tiempo no ha habido día en que no me haya acordado de ti

Eres mi ángel

Eres mi mundo

Por ti lucho cada día

Siempre te diré te quiero, aunque sea interiormente.

Gritaré tu nombre una y mil veces, lo haré hasta que consigas escucharme

Te apoyaré en todo lo que hagas

Jamás te dejaré en soledad

Iré al fin del mundo para verte, aunque sea por última vez

Soltaré mil suspiros de amor, lo haré hasta que mis pulmones no funcionen

Tatuaré tu voz en mi recuerdo, así jamás dejaré de oírla

Pensaré eternamente en esos minutos nocturnos que disfruté durante meses

Guardaré en mi corazón cada palabra que salió de tu boca

Jamás olvidaré tus abrazos

Maldeciré siempre todas las lágrimas que derrames, porque no quiero que llores nunca más

Pido a Dios que castigue a todas las personas que te han hecho daño

Cuida de mi alma, porque me la robaste el día que te conocí

Y nunca, nunca me abandones, porque entonces ese día estaré bajo tierra.

Recuerdos malditos


¿Se pueden olvidar los recuerdos? Cómo contestar a esta pregunta si no hay esperanzas de borrar la huella del pasado, o mejor dicho, la huella del presente, y hasta puede que la huella del futuro...ella sigue siendo aquella niña distinta a las demás, distinta porque vivía atormentada, guardando todo el dolor en su interior, camuflada entre las sombras, sombras de su infeliz vida, oscuridad de su deseada muerte, tanto así que la locura se apoderó un tenebroso día de ella, y con toda frialdad posible comenzó a tatuar con líneas rojas su piel, maldito día en el que Dios permitió que esa pequeña se convirtiera en una enferma, en una absoluta y completa demente que no quiso ver que tenía mucho camino por recorrer, ese camino al que algunos llaman vida.
Pobre chiquilla endemoniada, no veía ninguna luz a la que seguir, nunca tuvo una cuerda a la que aferrarse, y así pasaron los años mientras ella no hacía más que escribir sus miserias en las insensibles paredes de aquel pozo en el que se hallaba, escribiendo a su vez en su muro particular, con la mano del diablo, con el cuchillo más afilado que encontraba, trazaba su nocivo desahogo, ese no faltaba nunca, en las paredes quedaba mucho hueco donde escribir, pero en el muro particular ya no había ni un solo espacio sin lastimar...
Al pasar los años, esa niña fue creciendo, aunque no por ello superó sus calamidades, entre enloquecimiento y enloquecimiento, en lo que las heridas sanaban, tuvo tiempo para mirar su maltratada piel, había cicatrices que no recordaba, había olvidado el momento en el que sus demonios le obligaron a lesionarse de ese modo, así que supongo que ella tiene la respuesta a la pregunta con la que he comenzado, claro que se pueden olvidar los recuerdos.
Pero hay cosas que siguen sin poder olvidarse, circunstancias, momentos de desvarío...el dolor, el dolor era imposible de borrar, estaba siempre a su lado, como una sombra silenciosa, como la más oscura pesadilla, marcando unas pautas para viv... no, marcando unas pautas para seguir muriendo.Y así fue su penosa existencia, una existencia que quedará para siempre marcada en su memoria, al igual que quedará escrita su pena en su brazo derecho, esa niña dejará de vivir atormentada cuando se convierta en una mujer feliz, ¿conseguirá olvidar su dolor, el dolor de los años que han pasado? No lo sé, no lo creo, preguntádselo a ella el día de mañana, puede que el sufrimiento le de una tregua, o se vaya para siempre, si no, sus demonios la llevarán a otro tipo de pozo, bajo tierra, uno del que ya no se puede huir...

Distancia



Se me han cerrado las puertas del cielo, exactamente cuando estaba ante ellas, me han negado la entrada al paraíso, me han devuelto a la vida insulsa de la que deseaba escapar...

Sé que no aguantaré nueve meses sin ti, sé que mi corazón morirá antes de que vuelva a salir el sol y derramará lágrimas cargadas de tristeza, mi alma rota no podrá borrar la sombra que tú tatuaste y por eso mi cielo, siempre oscuro, caerá sobre mi hasta que me aplaste el peso de tu lejanía.

No encuentro la forma de explicarte que sin ti no hay mundo, porque mi mundo somos tú y yo, que sin ti no hay vida, porque la vida fue el regalo que tú me hiciste aquella primavera, que sin ti no hay despertar, porque quiero soñar eternamente con tus ojos...

Beberé de tu recuerdo como si fuera un veneno mortal, pues no hallaré nunca tal oscuridad, como la que siento cuando considero la posibilidad de tenerte lejos una eternidad...

La pena me acosa en el silencio, un silencio sólo quebrado por tus canciones, que retumban en mi mente como el eco de la vida, que invaden mi alma colmándola de paz y de esperanzas.

Siempre supe que el destino separaría nuestros caminos, pero no podía hacerme una idea de cómo sería esta distancia, ahora lo sé y mis lágrimas son las gotas que derrama el cielo de Madrid cada noche, que recoge mi almohada como el hombro de un amigo...

Insoportable distancia, incomparable sentimiento, indescriptible el momento en el que te vuelva a ver, ese momento en el que volveré a ver tu sonrisa, que me robará el alma nuevamente, y desearé que se detenga el tiempo para siempre, o sentir la visita de la muerte, para abandonar este mundo sólo si estás conmigo, después de haberme cerciorado de que tienes todo cuanto necesitas para continuar con tu camino...

Me mata ésta distancia, y lo único que deseo es verte al menos una vez más, una única vez más...es todo lo que pido, porque Dios me dio la vida para que pudiera seguirte allá donde fueras, para que estuviera contigo en los mejores momentos, y también en los peores, porque estés donde estés iré a tu lado, PORQUE TARDES LO QUE TARDES, DÍAS, MESES, QUIZÁS AÑOS...AQUÍ TE ESPERARÉ...

Rosa negra



Dicen que el color negro es el color de la tristeza, entonces ¿una rosa negra simboliza la tristeza de un amor?...

Viajé una vez al jardín de la oscuridad y no encontré palabras para describir tal hermosura, allí estabas, tan bella y tan frágil…te quise para mi y te arranqué de ese frío suelo para guardarte en mi corazón, para que te impregnaras de mi amor hasta el día en que decidiera entregarte…


Poco después desperté, todo había sido un sueño, no existía tal jardín de rosas negras, aunque parecía tan real…


Continué con mi vida normal, olvidé ese sueño…bueno…lo olvide hasta que apareciste tú…

Fuiste como una señal, como el último aliento que nos indica que todo ha acabado, como el despertarse con el susurro del mar, como el ver amanecer…

Te comparé con aquella rosa que apareció en mis sueños, la misma perfección, la misma belleza y ese color tan peculiar… que llamó mi atención como nunca lo había hecho nadie.


Desde ese momento quise ser un pétalo más, quise formar parte de tu vida, protegerte, defenderte, hacerte saber que me habías robado el alma y que mi corazón latía únicamente por ti.


Y lo conseguí…


Unos años después de conocerte, de que me deslumbraras, la enfermedad me llevó de nuevo a aquel jardín, mis últimos años los pasé adorándote, así yo era feliz, y eso fue lo que intenté en el tiempo que estuve aquí, que tú fueras muy feliz, ¿lo logré? No tengo la certeza de que lo hice, pero espero que tu si recuerdes que lo intenté…


En mi lapida se podía leer “fuiste mi luz, te volveré a ver algún día, aquí esperaré, en tu jardín, el jardín de la oscuridad…”

Y mi única compañía…mi única compañía fueron unas rosas negras, que reposaban a mis pies, y que solo marchitaron el día que volviste a mí…